La gestión del equipo de trabajo desarrolla el NOSOTROS como personas con un mismo propósito, alineadas para lograr un objetivo, una meta. A la hora de ejercer el liderazgo adaptativo pasamos del YO al NOSOTROS de forma inevitable. Si esto no ocurre no estás liderando y eso ni es bueno ni malo. Simplemente no es eso.
Gestión de equipos de trabajo: YO
Un equipo nace cuando alguien crea un propósito y reúne en torno a él a esas personas. Sin embargo la semilla es el YO, el líder (Primera parte)
Las habilidades que se necesitan para el manejo de un equipo que no de un grupo son tales como:
- Delegar (micro y macro gestión)
- Inteligencia emocional
- Establecimiento de límites
- Organización
- Desarrollo de equipo
- Comunicación
- Toma de decisiones (autonomía)
- Resolución de conflictos
- Autocrítica y mejora
En otro artículo descubriré nuevas formas de resignificar estas 9 habilidades pero hoy quiero centrarme en 4 puntos de los que se habla mucho menos y que son tan cruciales como las anteriores.
Un equipo se construyen saliendo fuera de uno mismo.
Mirarte impide ver a los demás y si no los ves, nunca existiran.Susana Gállego Tuit
Claves del nuevo modelo de EQUIPO
Mi área de experiencia es trabajar con los equipos desde dentro. Es decir, conociéndonos como personas primero, como individuos que tienen sus propias necesidades que tratan de satisfacer.
Son necesidades emocionales ya que cualquier requerimiento material tiene su origen en un vacío emocional. Es por ello que las cuatro claves que vamos a ver son:
- Desarrollo de perspectivas nuevas y modelaje de marcos de trabajo
- Pertenencia e inclusión
- Cuidado interno del equipo
- Reimaginar el futuro
Nuevas perspectivas y marcos de trabajo
Ha llegado el final de la era de los superhéroes aquellas personas inalcanzables dentro de una compañía. Cuanto más lejos estés de tus equipos, colaboradores, pares, en definitiva de las personas menor será tu influencia, tu liderazgo y el respeto generado.
Al compartir tus miedos, preocupaciones e incertidumbre, ayudas y das permiso a los demás a reconocer lo que están experimentando y a darle un significado diferente. Ya no es el miedo a no salir adelante o que impulsa o lo que frena, es la colaboración ante las dificultades y su superación.
Ser auténtico/a, presentarte como alguien que no tiene todas las respuestas, crea lazos de credibilidad en las personas y la oportunidad de que los otros se expresen.
Proporciona foros de trabajo seguros donde se puedan exponer sin miedo los sentimientos. Eso no solo ayudará a vadear la ansiedad, el estrés y el dolor, sino que centrará a las personas a volver a su trabajo y su propósito en la compañía.
Da un paso atrás para coger otra perspectiva, para alinear de nuevo a las personas a un fin común, para aprovechar la capacidad de generosidad, sabiduría y fortaleza como equipo.
El marco de trabajo está cambiando con la llegada de las nuevas generaciones. Lo he dicho en más de una ocasión: nunca como hoy las diferentes generaciones han estado tan lejos en la convivencia laboral. La irrupción de la pandemia solo ha abierto más la brecha.
Por eso el marco de operación de un equipo hoy debe de realizarse desde otro lugar, uno en el que se permita la diversidad de ideas, de aportes, en el que se valore a la persona por sí misma y aún más su aporte al conjunto de la compañía. Operar desde los marcos de hace tan solo 5 años solo es indicativo de estar ausente de la realidad imperante.
Pertenencia e inclusión
Sentir que estás en la misma tormenta es algo que quizás todos compartan. Es muy obvio que dentro de una compañía todos están siendo zarandeados por las mismas circunstancias. Sin embargo, ocurre que no todos sienten estar en el mismo barco, especialmente en los momentos complejos.
¿Qué diferencia hay? Cuando estás en el mismo barco entiendes el viaje, el rumbo, el destino. Conoces los recursos y entiendes las dificultades. Puedes razonar o justificar las diferentes decisiones por complejas que sean porque formas parte del todo. Todos están incluidos.
Cuando solo te zarandean las consecuencias de algo que no entiendes es como estar en galeras. El sentimiento de no pertenencia genera la desvinculación. Si esto ocurre la empresa va a tenerlo más difícil todavía.
Un equipo tiene que sentirse escuchado, incluido, que se puede expresar con libertad, que se fomenta un entorno de seguridad sin juicio ni crítica destructiva, de unión frente a las dificultades.
El propósito de cualquier compañía es dar un espacio para recibir a las personas con un respeto positivo, incondicional, con una comunicación abierta para la mejora dando la bienvenida a la diversidad de autoexpresión.
Es la forma más directa para reducir los problemas entre los trabajadores y de aumentar el compromiso. La gestión de las personas, el desarrollo e este liderazgo de inclusion y pertenencia será la nueva ventaja competitiva porque dentro de unos años, no muchos, las nuevas generaciones reclamarán otro marco de referencia.
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Cuidar de los demás
Nos comportamos como vemos que se comportan los demás. El mejor liderazgo, mandato o guía es el que de da con el ejemplo. Si quien guía al equipo está en una posición de cuidado y servicio, entendiéndolo como acciones para facilitar la consecución de los objetivos desde un comportamiento sano, está generando una CULTURA en la organización que todos van a seguir, van a utilizarlo como modelo.
Las personas aprendemos por imitación. Si nos golpean aprendemos a golpear, si nos cuidan aprendemos a cuidar, si nos ayudan aprendemos a ayudar. El comportamiento espontáneo que esperamos es aquel que se rige por impulsos e instintos y están dirigidos al desarrollo de la excelencia operativa.
Una de las claves para hacer crecer esa cultura es mostrar interés por los sentimientos e intereses de las personas que trabajan en la empresa de una forma genuina.
Pequeños detalles prácticos, atención a las necesidades básicas de las familias (conciliación, atención a mayores, enfermedad, etc), muestras de agradecimiento individual o en equipo, en privado o en público, son gestos que definen el perfil de quienes los hacen y alienta y fomenta la motivación y pertenencia a una comunidad.
Liberar a las personas de estas preocupaciones (falta de reconocimiento, confianza, crítica, desprecios) deja espacio para que las personas, todas, quieran seguir contribuyendo al propósito y objetivos estratégicos de la empresa. Las nuevas generaciones, milenials y centenials están ocupando ya su lugar. ¿Vamos a hacerles sitio?
Reimaginar el futuro
El futuro se crea en el presenta y lo que antes era solo imaginación hoy es una realidad. Lo mismo pasa con la cultura de la empesa. Si antes para muchas no significaba nada hoy puede ser la diferencia entre seguir adelante o desaparecer.
Cambiar o dirigir la cultura de la organización hacia valores de aceptación, intimidad y esperanza, es la gran oportunidad que se abre en esta reimaginación de un futuro integrativo. La gestión de equipos de trabajo tiene por objetivo reestablecer el equilibrio perdido durante décadas entre el dar y el recibir. Dar valor a las personas que trabajan dentro y a la sociedad que los acoge desde fuera en una relación recíproca en la que la empresa tiene de resignificarse como generadora de una riqueza para si misma tanto económica como social y medioambiental.
Hay una nueva relación entre equipos y empresa. Y si no la hay, tenemos, todos, la responsabilidad de crearla lo antes posible.
Conseguir que la gente pase de estados de negación o de enfado a estados colaborativos y de inclusión pasa por instaurar un futuro con los valores de la confianza, la vulnerabilidad y la esperanza por parte de los responsables.
La clave está en entablar con todas las partes un diálogo abierto para compartir sus pronósticos y sus diagnósticos, así como sus soluciones para seguir adelante en el futuro.
El camino hacia el sentir colectivo se allana en ese compartir de experiencias y emociones que reaviva la energía creadora de todos los equipos en todos los niveles organizacionales.
En la gestión de equipos de trabajo hay que reconectar a las personas con los valores, la identidad y el propósito de la organización creando una comunidad auténtica entorno a ellos.
Los líderes que primero sintonicen con su interior y se vuelvan hacia los demás serán los que marquen una diferencia positiva para sus organizaciones en el próximo futuro.
Susana Gállego Tuit